Durante el partido que enfrentó al PSV y al Sevilla por los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League, sucedió algo insólito: un fanático del equipo holandés se metió a la cancha para agredir al portero rival.
Los hechos se dieron en la parte final del encuentro que, pese a que iba ganando el PSV 2-0, tenía eliminado a los holandeses por marcador global. El aficionado invadió la cancha, se acercó al arquero Marko Dmitrovic y le intentó lanzar un puñetazo.
Afortunadamente Dmitrovic tuvo una reacción digna de película pues tras esquivar el golpe del fanático y tirarlo al piso, logró someterlo mientras entraban al campo los cuerpos de seguridad.
En las entrevistas post partido el portero nacido en Serbia contó que si tuvo ganas de golpear al espontáneo, pero que se agradecía a si mismo haber tenido compostura y sólo haberlo sometido, además de aprovechar el espacio para hacer un llamado a la UEFA mencionando que este tipo de situaciones deben de ocurrir.